Una familia, dos guerras, tres continentes

Entonces el libro, de Alex Appella. Viento de Fondo, Córdoba, Argentina. Diciembre de 2012.

 

Entonces el libro, de Alex Appella, es un viaje por la memoria. La reconstrucción de una historia familiar, a través del testimonio de un sobreviviente del Holocausto radicado en Córdoba tras la II Guerra Mundial.

Una búsqueda minuciosa que devela la armadura de un secreto oculto durante décadas y a través de hijos y nietos. Tras quince años de investigación y viajes por Hungría, Israel y Argentina, esta artista estadounidense ha escrito y diseñado un libro valioso y valiente.

Son 72 páginas a todo color concebidas desde la técnica del collage y puestas en libro de gran formato.

Estamos organizando una preventa para financiar la impresión a un costo de $120 (el precio de lanzamiento en librerías será de $150). Avisanos por mail a vientodefondo@gmail.com hasta el 10 de diciembre y te hacemos llegar los datos para un depósito bancario.

Aquí pueden encontrar más información sobre el libro (además de datos sobre la autora y su maravilloso trabajo de encuadernación).


Texto de contratapa

 Es un libro precioso –dijo–.Tenemos que quemarlo.

Sobre el final de su vida, un hombre resuelve decir lo que ha callado durante décadas: tenemos que llorar, porque lo que nos pasó a nosotros, les pasó a millones de familias en todo el mundo. Fue una bomba que explotó entre nosotros, y quedamos desperdigados. Un ojo en Cuba, un hueso en Argentina, una mano en California, un pie en Connecticut, y otras partes en Israel y Canadá y Suiza. El hombre ha callado en su nuevo mundo, y ante sus hijos, y ante sus nietos. ¿Lo ha callado dentro de sí? ¿Cómo se calla el río de la memoria?

El hombre que ha callado recuerda, dice: La vida es como agua, lo limpia todo. Hasta lo más doloroso. La memoria, la memoria se va apagando. La palabra escrita no.

Este libro es un viaje, hacia el pasado y también hacia el futuro. Hacia el pasado del futuro: la historia es como un niño que no puede volver al útero. Rebelarse es recordar. Recordar, para dar nombre. Eso nos dice Alex Appella: Ojalá tuvieran nombre todas las víctimas de los holocaustos que ocurrieron y que siguen ocurriendo.